El sacerdote Antonio Hiraldo (1938-2023), de Morón de la Frontera, ha fallecido a los 85 años de edad este miércoles. Fue una figura de referencia en la Iglesia de Sevilla durante los años 80 y 90, y fue el responsable de la Delegación Episcopal durante la visita del Papa Juan Pablo II a la ciudad andaluza en 1982, hace ahora cuarenta años.
El 18 de junio de 1961, fue ordenado cura. Desde entonces, comenzó su ministerio sacerdotal, llevándolo desde lo parroquial a roles de alto nivel. Entre las parroquias de las que fue responsable se encuentran San Juan Bautista en Villanueva de San Juan (Sierra Sur de Sevilla) y las de San Román y Santa Catalina en Sevilla.
Este ministro cuenta con una destacada formación académica, habiendo recibido educación en Teología y Ciencias de la Educación en Roma entre 1965 y 1969, durante el Concilio Vaticano II. Tras regresar a Sevilla, el cardenal Bueno Monreal le encargó la coordinación del Sínodo Hispalense de 1973, siendo secretario del mismo. Después de esto, Hiraldo asumió muchas responsabilidades dentro de la Archidiócesis.
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